El Retablo de nuestra fe
Los once tronos participantes en la procesión se colocaron ante el templo.
A
las cinco de la tarde comenzaron a salir desde su templos los primeros Pasos procesionales que ha conformado “El Retablo de nuestra Fe”. A partir
de esa hora fueron poniéndose en la calle todos los cortejos. Algunos
puntos del recorrido de los mismos contaron con una verdadera
muchedumbre de público, lo que demuestra el éxito de esta convocatoria.
Una vez reunidos todos los Pasos en la Plaza de la Constitución y ya en
completo silencio
el cortejo se encaminó hacia la Plaza Santa María, donde llegó el
momento más importante de 'El retablo de nuestra Fe'. Uno a uno los
tronos fueron haciendo acto de presencia ante la Catedral.
Nuestra Señora
de las Angustias fue
la única Imagen mariana que participó en la magna procesión. Procesionó sobre su tradicional trono de Semana Santa adornado para esta
ocasión con lisianthus blanca y rosas blancas. De forma extraordinaria
los anderos que la portaron no vistieron la túnica nazarena sino que
llevaron un traje oscuro, camisa blanca, corbata negra y guantes blancos.
De igual forma vistió el resto del cortejo que acompañó a Nuestra Señora
alumbrando con cirios rojos.
Fue Ella la primera en desfilar ante la Catedral mientras una voz femenina
contaba el misterio de la concepción de Cristo y el anuncio a la Virgen
María por parte del arcángel Gabriel. La Imagen, ante el numeroso
público congregado en la plaza y los alrededores desafiando las altas
temperaturas de un sábado caluroso, atravesó la plaza y se situó a un
lado. La
plaza Santa María era todo bullicio. Gente de todas las edades se
congregó para asistir a este evento que, una vez se hubo disipado la luz
del día, pudo verse también a través de dos pantallas colocadas a los
lados del templo. Además, también con la llegada de la noche se iluminó
la Catedral.
Una vez que los once pasos estuvieron colocados ante la
Catedral dio comienzo la segunda parte de 'El retablo de nuestra
Fe'. Consistió
en la proyección de un vídeo sobre la fachada de la Catedral. En el
audiovisual se pudo observar un recorrido de los 2.000 años de la
historia del cristianismo. Por último, ya con la noche totalmente cerrada
comenzó 'El Sacramento de nuestra Fe', la celebración de la
eucaristía, presidida por el obispo de la Diócesis.
El altar, en el que estaban situadas la Patrona de la ciudad, la Virgen
de la Capilla, la Copatrona, Santa Catalina de Alejandría y el Santo
Rostro, habían sido previamente colocados ante la puerta principal del
templo matriz de la Diócesis de Jaén.