Todos los niños y niñas estaban deseosos de que llegara por fin la cabalgata de Reyes para ver a los Magos venidos de Oriente subidos en artísticas carrozas y acompañados de alegres villancicos musicales que inundaban todas las calles por donde pasaron.
Tanto la salida de Miragenil como todo el itinerario real estaba repleto de gente. Las calles Don Gonzalo, Santa Catalina, Madre de Dios, Aguilar, Plaza del Romeral y la espaciosa Matallana estaban a rebosar de gente desde la caída de la tarde. Por todos los lugares había niños y niñas, algunos vestidos con atuendos de pastorcitos, esperando a SS.MM.
En los rostros de los infantes se reflejaba alegría y felicidad. Este es uno de sus días del año dedicados a ellos.
Mientras aguardaban a que llegara la cabalgata real jugaban y corrían por la calle sin dejar de preguntar a sus padres y abuelos cuándo llegarían los Reyes Magos. Estaban impacientes. Deseosos de ver las carrozas.
Por fin, allá a lo lejos, se oía alegre música que anunciaba la llegada de la tan esperada cabalgata.
Empiezan a ponerse nerviosos y a tomar posiciones en las aceras para verla pasar.
Decenas de niños y niñas, ilusionados, entusiasmados y alguno que otro algo asustado por el ruído, reciben a los Reyes Magos de Oriente.
He aquí que los primeros en abrir la comitiva real son los gigantes cabezudos. ¡Qué carita pusieron los más pequeños! ¡Qué grandes! decían. ¿Quiénes son esos tan altos? Preguntaban. Detrás vendría un pequeño tren y a continuación las carrozas que precedían a las de SS.MM. los Reyes Magos.
Todo era júbilo y alegría. Sus padres, abuelos y familiares, mientras, los iban ilusionando diciéndoles que en casa les dejarían sus regalos.
Cada año se hace más espectacular y asombrosa la cabalgata de Reyes Magos realzada aún más por el artístico alumbrado que tenemos la suerte de tener en Puente-Genil.
Los ojos de los más pequeños se quedaban fijos en los cabezudos, en Papa Noël y en los tres Reyes Magos. ¡Es verdad! ¡Son ellos! ¡Son de verdad!... no cesaban de decir atónitos.
Por verlos así de felices y sorprendidos habrá merecido tanto trabajo y esfuerzo para organizar cada carroza y la cabalgata.
Una vez había pasado el cortejo por el lugar en el que cada niño y niña lo hubiera contemplado todo eran prisas por llegar a sus casas para ver si le habían dejado algo.Unos se los encontraron ya en sus habitaciones. Otros pusieron sus pequeños zapatitos y un vaso de agua en las ventanas o balcones de sus casas para cuando llegaran de madrugada los Reyes a dejarles sus regalos los camellos tuvieran donde comer y saciar su sed.
Muchos se acostaron preguntando a sus padres cuándo llegarían a dejarles sus juguetes.
De madrugada unos solitarios cohetes lanzados al aire anunciaban que los Reyes Magos iban recorriendo las casas de todos los niños y niñas pontanenses. Pero estos estaban ya dormidos. Descansaban de tan ajetreado día.
Cuando despertaron por la mañana todos se encontraron sus juguetes preparados para disfrutarlos. La bicicleta, el cochecito, el tren, las muñecas, los patines, los balones, las equipaciones de fútbol de sus equipos favoritos… y para los más mayores la play, el ordenador, el móvil…
El día 6 de enero es para disfrutar de pleno de sus tan esperados juguetes. Las calles y plazas son de ellos. Para que disfruten de sus juguetes. Por las aceras se ven unos chiquillos subidos en sus triciclos; otros con sus juguetes bajo el brazo que vienen de casa de sus abuelos, porque por allí también pasaron muy generosos SS.MM.; otros llenan los paseos jugando con sus flamantes balones de cuero; otros se ven subidos en pequeños cochecitos . . . y así, con un día gélido y nublado con un tímido sol que a veces se asomaba, los infantes e infantas de Puente-Genil disfrutan de los juguetes que les trajeron de madrugada los Reyes Magos de Oriente.
¡Que nadie rompa la ilusión de los niños en este día mágico para ellos y mantengamos todos viva una tradición centenaria!
Queridos niños y niñas, sed felices SIEMPRE, este día y toda vuestra vida.
El año que viene, si Dios quiere, otra vez disfrutarán de la cabalgata y de la ilusión de los Reyes Magos.
Majestades, en Puente-Genil volveremos a esperarlos, si el Divino Niño a quien venis a adorar lo permite.
En un año que se presenta de crisis haremos todo lo que humanamente podamos para que no falte la ilusión y la felicidad en nuestros niños y niñas. Nos quedaremos sin salir algunos domingos, si es menester; recortaremos los días de salidas de vacaciones a la playa, si es menester; gastaremos menos en caprichitos, si es menester; iremos ahorrando un poquito, si podemos, a partir de hoy, si es menester... pero a ellos, a los niños y niñas, el año que viene no les faltará, si Dios quiere, echar su carta a SS.MM. para pedirles los juguetes que ellos quieran luego.
Ya haremos un esfuerzo por ellos para que no les falte el día 5 de enero ver la cabalgata de la ilusión. Los mayores haremos bien nuestros deberes durante el año que comienza para que luego todo esté preparado para veros pasar con sus séquitos por las calles pontanensas.
Majestades, gracias por hacer feliz a nuestros niños y niñas. Sabed que os esperamos todos los años con la alegría de siempre y renovadas ilusiones.
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