La enfermedad de las arterias carótidas es una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que conducen a la cabeza y el cerebro (enfermedad cerebrovascular). Al igual que el corazón, las células del cerebro necesitan un constante suministro de sangre rica en oxígeno. Esta sangre llega al cerebro por medio de dos grandes arterias carótidas ubicadas en la parte delantera del cuello y dos arterias vertebrales más pequeñas ubicadas en la parte trasera del cuello. Las arterias vertebrales derecha e izquierda se unen en la base del cerebro para formar la denominada arteria basilar. Un accidente cerebrovascular (o ataque cerebral) se produce más comúnmente cuando las arterias carótidas se obstruyen y el cerebro no recibe suficiente oxígeno.
La enfermedad de las arterias carótidas aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular de tres maneras:
> La acumulación de una sustancia grasa denominada «placa» puede estrechar significativamente las arterias carótidas.
> Un coágulo sanguíneo puede atascarse en una arteria carótida estrechada por placa.
> La placa puede desprenderse de las arterias carótidas y obstruir una arteria más pequeña en el cerebro (arteria cerebral).
> La acumulación de una sustancia grasa denominada «placa» puede estrechar significativamente las arterias carótidas.
> Un coágulo sanguíneo puede atascarse en una arteria carótida estrechada por placa.
> La placa puede desprenderse de las arterias carótidas y obstruir una arteria más pequeña en el cerebro (arteria cerebral).
¿Quiénes corren mayor riesgo de padecer una enfermedad de las arterias carótidas y un accidente cerebrovascular?
El riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular aumenta con la edad, y es más común en hombres que en mujeres.
los factores de riesgo de la enfermedad de las arterias carótidas son similares a los de la enfermedad de las arterias coronarias:
Niveles elevados de lipoproteínas de baja densidad (colesterol malo) y triglicéridos en la sangre.
Presión arterial alta.
Diabetes.
Consumo de cigarrillos (tabaquismo).
Antecedentes familiares de enfermedad arterial coronaria.
Obesidad.
Sedentarismo.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de las arterias carótidas?
Aunque no hay síntomas específicos de enfermedad de las arterias carótidas, los síntomas de advertencia de un accidente cerebrovascular son una buena manera de determinar si existe una obstrucción en las arterias carótidas. Los ataques isquémicos transitorios (AIT) son uno de los síntomas de advertencia más importantes de un posible accidente cerebrovascular en el futuro cercano. Los AIT, a veces denominados «miniaccidentes cerebrovasculares», son episodios transitorios de dolor de cabeza, mareo, hormigueo, entumecimiento, vista nublada, confusión o parálisis que pueden durar unos pocos minutos o hasta un par de horas. Consulte inmediatamente al médico si usted o un conocido tiene síntomas de un AIT.
Los siguientes son otros indicios y síntomas de una obstrucción en una arteria carótida:
Debilidad o parálisis del brazo, la pierna o el rostro, de un lado del cuerpo.
Entumecimiento u hormigueo en el brazo, la pierna o el rostro, de un lado del cuerpo.
Dificultad para tragar.
Pérdida de la vista o vista nublada en un ojo.
Mareo, confusión, desmayo o coma.
Dolor de cabeza intenso y repentino de origen desconocido.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de las arterias carótidas?
En la mayoría de los casos, los médicos pueden detectar la enfermedad durante un chequeo de rutina. El médico puede preguntarle si ha tenido síntomas de un accidente cerebrovascular (entumecimiento o debilidad muscular, desorientación o dificultad para hablar o ver). Colocando un estetoscopio en el cuello, encima de la arteria carótida, el médico puede tratar de detectar un soplo. Pero los resultados de este examen pueden ser engañosos. No siempre se escuchan soplos, incluso cuando la enfermedad de las arterias carótidas es grave, y a veces se escuchan soplos cuando las obstrucciones son leves.
Los siguientes son otros medios diagnósticos utilizados:
Ultrasonido Doppler: Emplea ondas sonoras para examinar el flujo sanguíneo y medir el grosor de las arterias carótidas.
Angiografía por resonancia magnética (ARM): Un tipo de estudio por resonancia magnética que emplea campos magnéticos inofensivos pero potentes para producir una imagen detallada de las arterias del cerebro.
Oculopletismografía: Mide la pulsación de las arterias que se encuentran en el fondo del ojo. Es una manera indirecta de detectar obstrucciones en las arterias carótidas.
Arteriografía y angiografía por sustracción digital (ASD): Radiografías de las arterias carótidas que se toman tras inyectar un medio de contraste especial en la corriente sanguínea.
¿Cómo se trata la enfermedad de las arterias carótidas?
Además de tratar la aterosclerosis u otros trastornos subyacentes, podrían ser necesarios cambios en el estilo de vida, medicamentos, intervenciones transcatéter o intervenciones quirúrgicas para contrarrestar los efectos de la enfermedad de las arterias carótidas y reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Modificación del estilo de vida.-
El tratamiento de la enfermedad de las arterias carótidas incluye la modificación del estilo de vida.
Se recomienda:
> Dejar de fumar.
> Controlar la presión arterial alta, el colesterol, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
> Averiguar si uno tiene alteraciones del ritmo cardíaco, especialmentefibrilación auricular, ya que aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos que pueden ocasionar un accidente cerebrovascular.
> Limitar el consumo de alcohol.
> Incluir ejercicio (especialmente caminatas de 30 minutos de duración) en las actividades diarias.
> Usar poca sal en la comida.
> Hablar con el médico sobre problemas circulatorios que puedan incrementar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
> Consultar inmediatamente al médico en caso de observarse síntomas de un accidente cerebrovascular.
Medicamentos
Podrían necesitarse diluyentes de la sangre (anticoagulantes) para prevenir un accidente cerebrovascular. La aspirina y otros diluyentes de la sangre han demostrado reducir el riesgo de sufrir un ataque cerebral. En la mayoría de los casos, los pacientes tienen que tomar estos medicamentos el resto de su vida.
> Dejar de fumar.
> Controlar la presión arterial alta, el colesterol, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
> Averiguar si uno tiene alteraciones del ritmo cardíaco, especialmentefibrilación auricular, ya que aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos que pueden ocasionar un accidente cerebrovascular.
> Limitar el consumo de alcohol.
> Incluir ejercicio (especialmente caminatas de 30 minutos de duración) en las actividades diarias.
> Usar poca sal en la comida.
> Hablar con el médico sobre problemas circulatorios que puedan incrementar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
> Consultar inmediatamente al médico en caso de observarse síntomas de un accidente cerebrovascular.
Medicamentos
Podrían necesitarse diluyentes de la sangre (anticoagulantes) para prevenir un accidente cerebrovascular. La aspirina y otros diluyentes de la sangre han demostrado reducir el riesgo de sufrir un ataque cerebral. En la mayoría de los casos, los pacientes tienen que tomar estos medicamentos el resto de su vida.
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