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Después de varias semanas de gran entusiasmo por el fútbol terminó el mundial. Han sido días de estruendosas vuvuzelas, de las esperadas predicciones del pulpo Paul, de múltiples apuestas y de una euforia colectiva en las que nos hemos relajado de la tensión de todo un año (o dos) con asuntos que, directa o indirectamente, nos afectan y nos asaltan una y otra vez desde los medios de comunicación, tales como la crisis, el paro, la reforma laboral, las fusiones de cajas de ahorro, las encuestas electorales, la subida del IVA, el Fallo del T.C. sobre el Estatuto de Cataluña o la convocatoria de la huelga general anunciada para el 29 de septiembre.
Sí. Después de este mundial y del multitudinario recibimiento que se le ha hecho en Madrid a los campeones, todo el país vuelve a tomar su pulso normal. Pero salimos de este paréntesis deportivo que ha sido el campeonato de fútbol metidos en plena canícula y con un calor insoportable. A partir de ahora pasamos de la euforia a la realidad de la crisis y del entusiasmo por el fútbol a los cuarenta grados que hace en la calle.
Al mismo tiempo que se celebraba el mundial y se ha mostrado con orgullo y satisfacción la bandera nacional por doquier (balcones, coches, etc.) un español (Rafa Nadal) ganaba el prestigioso torneo de tenis de Wimbledom, se ha disputado la eliminatoria de cuartos de la copa Davis frente a Francia, se están celebrando las fiestas de San Fermín, ha dado comienzo el Tour de Francia, han dado por finalizada la temporada algunos programas de televisión (BFN), se están reponiendo otros o se han tomado vacaciones presentadores como Ana Rosa, Buenafuente y Cantizano.
Y después de “estar sobreviviendo” a todo ello y tras haber alcanzado el ecuador del año nos encontramos inmersos en plena canícula que, como siempre, discurre con un calor sofocante.
Ahora, pasado el mundial de fútbol, nos quedará, como siempre, las tardes cómodamente en el sofá frente al televisor siguiendo el tour de Francia, la Feria y otro campeonato mundial, esta vez de baloncesto a partir del 28 de agosto en Turquía. ¿Aglutinará la selección de basquet a tanta gente como ha hecho la de fútbol?
Mientras tanto, en este verano, caluroso como todos, será tiempo para que las grandes cadenas de radio hagan sus correspondientes reajustes para alcanzar audiencia y subir en el EGM. Habrá movimientos de insignes periodistas, como Paco González, que tras dejar Carrusel deportivo de la cadena SER fichó con Telecinco para cubrir el mundial de fútbol y a partir de la próxima temporada estará en la COPE, o Pepe Domingo Castaño, que dijo seguir a Paco González allá donde éste fuera, o Ernesto Sáez de Buruoaga y quizás también a Federico Jiménez Losantos que ha empezado a dejarse ver por El Gato al agua, de Intereconomía.
También veremos los últimos fichajes de los equipos de fútbol y, como siempre también, los partidos y trofeos veraniegos de pretemporada como el Ramón de Carranza, el Teresa Herrera o el Joan Gamper, por ejemplo.
Pasado este mundial nos quedarán las paradas de Iker, el juego de la selección, los goles de Villa, Puyol, que nos dio el pase a la final, e Iniesta, que hizo campeona del mundo a España.
Ahora toca descansar, disfrutar de las vacaciones y preparar la feria, después otra vez fútbol -liga- a partir del 28-29 de agosto. ¿Y la próxima temporada, qué equipos jugarán la final de la Champions en Wembley?
Sí. Después de este mundial y del multitudinario recibimiento que se le ha hecho en Madrid a los campeones, todo el país vuelve a tomar su pulso normal. Pero salimos de este paréntesis deportivo que ha sido el campeonato de fútbol metidos en plena canícula y con un calor insoportable. A partir de ahora pasamos de la euforia a la realidad de la crisis y del entusiasmo por el fútbol a los cuarenta grados que hace en la calle.
Al mismo tiempo que se celebraba el mundial y se ha mostrado con orgullo y satisfacción la bandera nacional por doquier (balcones, coches, etc.) un español (Rafa Nadal) ganaba el prestigioso torneo de tenis de Wimbledom, se ha disputado la eliminatoria de cuartos de la copa Davis frente a Francia, se están celebrando las fiestas de San Fermín, ha dado comienzo el Tour de Francia, han dado por finalizada la temporada algunos programas de televisión (BFN), se están reponiendo otros o se han tomado vacaciones presentadores como Ana Rosa, Buenafuente y Cantizano.
Y después de “estar sobreviviendo” a todo ello y tras haber alcanzado el ecuador del año nos encontramos inmersos en plena canícula que, como siempre, discurre con un calor sofocante.
Ahora, pasado el mundial de fútbol, nos quedará, como siempre, las tardes cómodamente en el sofá frente al televisor siguiendo el tour de Francia, la Feria y otro campeonato mundial, esta vez de baloncesto a partir del 28 de agosto en Turquía. ¿Aglutinará la selección de basquet a tanta gente como ha hecho la de fútbol?
Mientras tanto, en este verano, caluroso como todos, será tiempo para que las grandes cadenas de radio hagan sus correspondientes reajustes para alcanzar audiencia y subir en el EGM. Habrá movimientos de insignes periodistas, como Paco González, que tras dejar Carrusel deportivo de la cadena SER fichó con Telecinco para cubrir el mundial de fútbol y a partir de la próxima temporada estará en la COPE, o Pepe Domingo Castaño, que dijo seguir a Paco González allá donde éste fuera, o Ernesto Sáez de Buruoaga y quizás también a Federico Jiménez Losantos que ha empezado a dejarse ver por El Gato al agua, de Intereconomía.
También veremos los últimos fichajes de los equipos de fútbol y, como siempre también, los partidos y trofeos veraniegos de pretemporada como el Ramón de Carranza, el Teresa Herrera o el Joan Gamper, por ejemplo.
Pasado este mundial nos quedarán las paradas de Iker, el juego de la selección, los goles de Villa, Puyol, que nos dio el pase a la final, e Iniesta, que hizo campeona del mundo a España.
Ahora toca descansar, disfrutar de las vacaciones y preparar la feria, después otra vez fútbol -liga- a partir del 28-29 de agosto. ¿Y la próxima temporada, qué equipos jugarán la final de la Champions en Wembley?
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