Besapié a Ntro Padre Jesús Nazareno
Miles de pontanenses durante el día de hoy suben a la cumbre del Calvario y tras ascender por la empinada y empedrada pendiente se adentrarán en el pórtico de la iglesia en la que se rinde culto y venera al que todos llaman el amo de toas las cargas. Algunos de ellos, los más mayores, lo hacen con lentitud y quizás con no poca dificultad, apoyados en algún bastón o familiar porque los años no pasan en balde, pero no quieren faltar a la cita de este Martes santo ya que van a estar al lado mismo de Jesús Nazareno. Quieren rezarle y hablar con El en este día que lo tienen más cerca que nunca en el año.
Unos harán la fervorosa visita a lo largo de la mañana, otros durante la tarde y otros tras la jornada laboral, pero todos subirán para estar muy cerca del Maestro, para besar su pie y tocarle la mano o la túnica.
Antes de entrar al templo tomarán aliento en el Pórtico y llenos de fervor se santiguarán mirando a los dos azulejos que hay flanqueando la fachada de la iglesia.
Cuando atraviesen el cancel su mirada la dirigirán, como atraída por un magnetismo especial, hacia donde se encuentra el Patrón de Puente-Genil. Cuando hayan alcanzado con la vista a Jesús Nazareno vuelven a santiguarse. Sus ojos ligeramente se humedecen. A la memoria le vendrán recuerdos de familiares que nos dejaron; tal vez piensen en sus familiares más cercanos, en sus padres, sus hijos, sus nietos, sus hermanos, su marido, su mujer…
Tal vez, ese hombre o esa mujer, sea mucho tiempo el que lleve sin venir por su patria chica o quizás viva en esta Villa antaño conocida como La Puente de Don Gonzalo. En cualquier caso, si reside fuera, para esa persona será mucho tiempo sin venir hasta este su pueblo y ponerse a las plantas de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Por el centro de la nave de la iglesia irá avanzando sin desviar su mirada de Jesús, que lo está esperando con la cruz sobre su hombro. Al alcanzar el presbiterio volverá a santiguarse y poniéndose de rodillas ante el Patrón se habrán cumplido todos sus anhelos desde la última vez que vino a Puente-Genil o desde la última vez que acudiera al templo.
¡Que se pare el tiempo para ese hombre o esa mujer!
¡Que se detenga el reloj! Porque ese pontano o pontana ahora mismo está en la Gloria, está junto a Jesús Nazareno, está viviendo un momento que esperaba llegar durante muchos meses.
¡Que nadie lo interrumpa! Que está en comunicación con el Hijo del Eterno Padre.
¡Dejadlo! ¡Que nadie interrumpa ese momento! ¡No veis que está rezando! ¡No veis que está abrazando la cruz del Señor! Su corazón está embargado de sentimiento y emoción. Que nadie le moleste, que nadie lo interrumpa. Ese hombre o esa mujer ha venido a Puente-Genil para vivir ese momento. Ha subido la pesada cuesta para estar junto a Jesús Nazareno. Ha esperado un año entero para tenerlo cerca.
¡Silencio! Su mirada la tiene concentrada en los ojos del Nazareno. Está en íntima oración. Está hablando con El.
Luego, con los ojos humedecidos dirigirá su mirada y sus oraciones a la Virgen de los Dolores. Se acercará al lamparario y allí encenderá alguna vela antes de terminar hoy la visita a Jesús Nazareno. Al salir dirigirá nuevamente su mirada al Patrón y volverá a santiguarse.
Hoy ha sido un gran día.
Padre mío, hasta el año que viene si Tú quieres.
Es Martes santo.
Esta tarde hay que estar en el barrio de la Isla porque por sus antiguas calles va a iniciar sus Estaciones de penitencia la Cofradía de Ntro. Padre Jesús de los Afligidos y Ntra. Sra. del Rosario y la del Stmo. Cristo del Calvario y Ntra. Sra. del Consuelo.
Hay que estar en las calles Casares, Jesús, Lemoniez, Alcaide, Borrego, cuesta Baena… y presenciar la procesión por todo su recorrido.
Esta noche hay que estar también en el Carmen, porque hemos de asistir a la procesión del Stmo. Cristo del Silencio. En la intimidad de la oscura noche, sólo alumbrada de dos largas filas de acompañantes que portan sus cirios encendidos, se recorrerán las calles de Puente-Genil compaginando las dos más anchas avenidas de la Villa con las estrechas de Adriana Morales, Santos y Cosano. El bronco sonido del tambor resonará en medio del silencio de la noche y sólo detendrá su batir al iniciar el predicador la palabra que pronunciará en la meditación de cada una de las Estaciones del Vía crucis.
Estamos todavía empezando la Semana Santa y hay que estar en todos los sitios.
Mañana nos espera la procesión que antiguamente se conocía como la de los cuellos sucios. Y habrá que estar tanto en la salida como en la recogida.
Unos harán la fervorosa visita a lo largo de la mañana, otros durante la tarde y otros tras la jornada laboral, pero todos subirán para estar muy cerca del Maestro, para besar su pie y tocarle la mano o la túnica.
Antes de entrar al templo tomarán aliento en el Pórtico y llenos de fervor se santiguarán mirando a los dos azulejos que hay flanqueando la fachada de la iglesia.
Cuando atraviesen el cancel su mirada la dirigirán, como atraída por un magnetismo especial, hacia donde se encuentra el Patrón de Puente-Genil. Cuando hayan alcanzado con la vista a Jesús Nazareno vuelven a santiguarse. Sus ojos ligeramente se humedecen. A la memoria le vendrán recuerdos de familiares que nos dejaron; tal vez piensen en sus familiares más cercanos, en sus padres, sus hijos, sus nietos, sus hermanos, su marido, su mujer…
Tal vez, ese hombre o esa mujer, sea mucho tiempo el que lleve sin venir por su patria chica o quizás viva en esta Villa antaño conocida como La Puente de Don Gonzalo. En cualquier caso, si reside fuera, para esa persona será mucho tiempo sin venir hasta este su pueblo y ponerse a las plantas de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Por el centro de la nave de la iglesia irá avanzando sin desviar su mirada de Jesús, que lo está esperando con la cruz sobre su hombro. Al alcanzar el presbiterio volverá a santiguarse y poniéndose de rodillas ante el Patrón se habrán cumplido todos sus anhelos desde la última vez que vino a Puente-Genil o desde la última vez que acudiera al templo.
¡Que se pare el tiempo para ese hombre o esa mujer!
¡Que se detenga el reloj! Porque ese pontano o pontana ahora mismo está en la Gloria, está junto a Jesús Nazareno, está viviendo un momento que esperaba llegar durante muchos meses.
¡Que nadie lo interrumpa! Que está en comunicación con el Hijo del Eterno Padre.
¡Dejadlo! ¡Que nadie interrumpa ese momento! ¡No veis que está rezando! ¡No veis que está abrazando la cruz del Señor! Su corazón está embargado de sentimiento y emoción. Que nadie le moleste, que nadie lo interrumpa. Ese hombre o esa mujer ha venido a Puente-Genil para vivir ese momento. Ha subido la pesada cuesta para estar junto a Jesús Nazareno. Ha esperado un año entero para tenerlo cerca.
¡Silencio! Su mirada la tiene concentrada en los ojos del Nazareno. Está en íntima oración. Está hablando con El.
Luego, con los ojos humedecidos dirigirá su mirada y sus oraciones a la Virgen de los Dolores. Se acercará al lamparario y allí encenderá alguna vela antes de terminar hoy la visita a Jesús Nazareno. Al salir dirigirá nuevamente su mirada al Patrón y volverá a santiguarse.
Hoy ha sido un gran día.
Padre mío, hasta el año que viene si Tú quieres.
Es Martes santo.
Esta tarde hay que estar en el barrio de la Isla porque por sus antiguas calles va a iniciar sus Estaciones de penitencia la Cofradía de Ntro. Padre Jesús de los Afligidos y Ntra. Sra. del Rosario y la del Stmo. Cristo del Calvario y Ntra. Sra. del Consuelo.
Hay que estar en las calles Casares, Jesús, Lemoniez, Alcaide, Borrego, cuesta Baena… y presenciar la procesión por todo su recorrido.
Esta noche hay que estar también en el Carmen, porque hemos de asistir a la procesión del Stmo. Cristo del Silencio. En la intimidad de la oscura noche, sólo alumbrada de dos largas filas de acompañantes que portan sus cirios encendidos, se recorrerán las calles de Puente-Genil compaginando las dos más anchas avenidas de la Villa con las estrechas de Adriana Morales, Santos y Cosano. El bronco sonido del tambor resonará en medio del silencio de la noche y sólo detendrá su batir al iniciar el predicador la palabra que pronunciará en la meditación de cada una de las Estaciones del Vía crucis.
Estamos todavía empezando la Semana Santa y hay que estar en todos los sitios.
Mañana nos espera la procesión que antiguamente se conocía como la de los cuellos sucios. Y habrá que estar tanto en la salida como en la recogida.
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