Unas 16.000 personas –un millar más que el año pasado–, según estimaciones de la Policía Local, se congregaron ayer en Puente Genil para disfrutar de uno de los elementos singulares y diferenciadores de la Semana Santa de este municipio de la Campiña Sur: Las figuras bíblicas. En total, son 475 rostrillos, que representan a personajes del antiguo y nuevo testamento así como a los símbolos de la religión. En Puente Genil, la Resurrección se convirtió en multitud.
Es desfile se inició en la calle Aguilar, a la altura de la plaza de la Veracruz, para continuar por el Paseo del Romeral, seguir por La Matallana y llegar hasta el Tropezón, donde se inicia la avenida de la Estación. El cielo amaneció despejado y, aunque a la sombra la sensación de frío era mayor, las miles de personas concitadas tanto en avenida Susana Benítez como avenida Manuel Reina buscaban su pequeño hueco en la acera para, bien sentadas, en alguno de los establecimientos hosteleros, bien de pie, no perder detalle de las distintas figuras que pasaban ante sí, precediendo el paso de Nuestro Padre Jesús Resucitado. A las figuras bíblicas se unió en distintos momentos el Imperio Romano, que se incorporó a la procesión en distintas ocasiones a los sones de los pasodobles romanos interpretadas por la escuadra color tabaco, formada por 35 músicos. Otras cinco escuadras distinguidas por el color de sus trajes (grana, azul, verde, cardenal y oro) integran este grupo. El paso de Nuestro Padre Jesús Resucitado cerró el desfile. La imagen, una de las más antiguas del municipio (1636), es de tamaño menor al natural y le es atribuida a Alonso de Mena y Escalante. La banda local Inmaculada Concepción realizó el acompañamiento musical, informa M. Ángeles Costa.
Es desfile se inició en la calle Aguilar, a la altura de la plaza de la Veracruz, para continuar por el Paseo del Romeral, seguir por La Matallana y llegar hasta el Tropezón, donde se inicia la avenida de la Estación. El cielo amaneció despejado y, aunque a la sombra la sensación de frío era mayor, las miles de personas concitadas tanto en avenida Susana Benítez como avenida Manuel Reina buscaban su pequeño hueco en la acera para, bien sentadas, en alguno de los establecimientos hosteleros, bien de pie, no perder detalle de las distintas figuras que pasaban ante sí, precediendo el paso de Nuestro Padre Jesús Resucitado. A las figuras bíblicas se unió en distintos momentos el Imperio Romano, que se incorporó a la procesión en distintas ocasiones a los sones de los pasodobles romanos interpretadas por la escuadra color tabaco, formada por 35 músicos. Otras cinco escuadras distinguidas por el color de sus trajes (grana, azul, verde, cardenal y oro) integran este grupo. El paso de Nuestro Padre Jesús Resucitado cerró el desfile. La imagen, una de las más antiguas del municipio (1636), es de tamaño menor al natural y le es atribuida a Alonso de Mena y Escalante. La banda local Inmaculada Concepción realizó el acompañamiento musical, informa M. Ángeles Costa.
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