¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Hosanna en las alturas! ¡Hosanna al Hijo de David!
En Semana Santa las calles de Puente-Genil rememorarán aquellas otras de la Jerusalén bíblica que condujeron a un Gólgota donde Cristo expiró en la crucifixión. Las calles de este pueblo andaluz y cordobés, asentado a orillas, no de aquel Tiber de Rómulo y Remo, sino del antiguo Singilis, rememorarán también aquellas otras de la Roma de Caius Iulius Caesar por donde desfilaron marciales las majestuosas escuadras del Imperio Romano.
Pero en Semana Santa las calles de nuestra Villa, de nuestra Jerusalén, cuesta Baena, Aguilar, Santos, Amargura… conducen a otro Gólgota donde siempre aguarda el Hijo de Dios, Nuestro Padre Jesús Nazareno, y hasta donde hemos de llegar todos los hombres y mujeres pontanenses el viernes del Mayor Dolor.
Las calles de nuestra Roma, como son Contralmirante Delgado, Don Gonzalo, Santa Catalina, Aguilar o la avenida de la Matallana, contemplan a otro Imperio Romano en el que sus escuadras desfilan esplendorosas con las marchas Recuerdo, Enriquetilla, la Matraca o el Gloria al Muerto para honrar al Hijo del Eterno Padre, Jesús Nazareno, llamado El Terrible y Patrón de Puente-Genil.
Como sucediera hace más de dos mil años asistiremos a una Entrada Triunfal del Maestro en Jerusalén; a una Sagrada Cena en la que Nuestro Señor compartió el pan y el vino con sus discípulos; a una Oración en el huerto de los olivos en el que Cristo impetró al Padre; a un Prendimiento en el que Jesús fue conducido ante las autoridades judáicas; a una flagelación de Nuestro Señor; a una subida al Calvario en la que Cristo cargó con la cruz; a una crucifixión y muerte del Hijo de Dios; y por último a una Resurrección de Nuestro Señor.
Y como también ocurriera hace más de dos mil años las calles estarán llenas de gente para presenciar y admirar plenos de entusiasmo la rememoración que se hace de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Redentor Jesús junto a su Santísima Madre.
Sumergirse durante Semana Santa por las calles de Puente-Genil y asistir a sus procesiones, con los desfiles de las figuras bíblicas y del Imperio Romano, es contemplar fragmentos de la Biblia con todo fervor y devoción. Es admirar una manifestación de religiosidad de este pueblo andaluz donde se funden el arte, la fe, el sentimiento, la tradición, la música, la historia y las singularidades más genuinas.
En Semana Santa tendremos oportunidad de asistir en Puente-Genil a tradiciones muy arraigadas, queridas y conservadas, como la Diana y las reverencias a Ntro. Padre Jesús Nazareno; los desfiles de nuestras antiguas figuras bíblicas y del Imperio Romano; las populares subidas por la Cuesta Baena y los concurridos y rebosantes encierros de nuestras Cofradías.
Atrás quedan ya las masivas subidas de los sábados de Cuaresma, ahora nos dispondremos a vivir intensamente los días del Mayor Dolor. La Virgen de la Guía nos marcará el camino a seguir durante nueve días hasta llegar al brillante y luminoso domingo de Resurrección. Antes habremos de pasar un Jueves santo pletórico de emociones; un íntimo recorrido de las Estaciones para visitar los Monumentos Eucarísticos; una trepidante subida por cuesta Baena a los sones del Barrabás; unos populares encierros el Miércoles y Viernes santos; unas respetuosas y sentidas Reverencias al Patrón en Santa Catalina y el Pórtico; una Sentencia junto al puente; unos majestuosos desfiles del Imperio Romano por la calle la Plaza y la Matallana...
Ahora es tiempo de vivir la bulliciosa salida del Humilde por el patio del Convento…
Ahora es tiempo de apretarse por Cuesta Baena, Veracruz, Santos o Cosano para ver pasar a Cristo ya sea reunido con sus discípulos en la Última Cena, o en la Oración en el Huerto de Getsemaní o Afligido o crucificado en la cruz…
Ahora es tiempo de brindar con los hermanos en la mesa del Cuartel el Jueves santo henchidos de emociones…
Ahora es tiempo de rezar cuando salga el Nazareno al alborear el Viernes santo mientras suena la Diana…
Ahora es tiempo de hacer las respetuosas Reverencias de alabanza, honor y gloria al Maestro…
Ahora es tiempo de recordar Sagradas Escrituras presenciando los desfiles de las hieráticas figuras bíblicas…
Ahora es tiempo de contemplar las expresiones de Dolor, Amargura, Esperanza o Soledad de nuestras Dolorosas…
Ahora es tiempo de fijar la mirada en las entrecruzadas manos del Consuelo, la Veracruz o la Soledad…
Ahora es tiempo de rebosar los corazones al oir la Enriquetilla, el Recuerdo o el Gloria al Muerto cuando pasa el Imperio…
Ahora es tiempo de contemplar por el puente al Nazareno de Puente-Genil y junto a El dos largas filas de fervorosos penitentes…
Ahora es tiempo de mirar a la cara de Jesús mientras sube la calle Aguilar a la caída de la tarde con el contraluz de los rayos de sol que ya empieza a declinar por el horizonte pontanés…
Ahora es tiempo de exteriorizar todo ese sentimiento manantero que el pontanés siente y que lleva comprimido en su corazón todo el año…
Ahora es tiempo de mirar al cielo de Puente-Genil, recordar a nuestros antepasados y agradecerles que nos legaran esta Semana Santa…
Ahora… ahora es tiempo de vivir plenamente la Semana Santa de Puente-Genil, ya sea en un Cuartel o en un encierro, en Santa Catalina o en el patio del convento, en la calle de la Plaza o en el Dulce Nombre, en la cuesta Baena o en la Plaza del Calvario.
Dispongámonos a ello.
¡Viva Nuestro Padre Jesús Nazareno!
Pero en Semana Santa las calles de nuestra Villa, de nuestra Jerusalén, cuesta Baena, Aguilar, Santos, Amargura… conducen a otro Gólgota donde siempre aguarda el Hijo de Dios, Nuestro Padre Jesús Nazareno, y hasta donde hemos de llegar todos los hombres y mujeres pontanenses el viernes del Mayor Dolor.
Las calles de nuestra Roma, como son Contralmirante Delgado, Don Gonzalo, Santa Catalina, Aguilar o la avenida de la Matallana, contemplan a otro Imperio Romano en el que sus escuadras desfilan esplendorosas con las marchas Recuerdo, Enriquetilla, la Matraca o el Gloria al Muerto para honrar al Hijo del Eterno Padre, Jesús Nazareno, llamado El Terrible y Patrón de Puente-Genil.
Como sucediera hace más de dos mil años asistiremos a una Entrada Triunfal del Maestro en Jerusalén; a una Sagrada Cena en la que Nuestro Señor compartió el pan y el vino con sus discípulos; a una Oración en el huerto de los olivos en el que Cristo impetró al Padre; a un Prendimiento en el que Jesús fue conducido ante las autoridades judáicas; a una flagelación de Nuestro Señor; a una subida al Calvario en la que Cristo cargó con la cruz; a una crucifixión y muerte del Hijo de Dios; y por último a una Resurrección de Nuestro Señor.
Y como también ocurriera hace más de dos mil años las calles estarán llenas de gente para presenciar y admirar plenos de entusiasmo la rememoración que se hace de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Redentor Jesús junto a su Santísima Madre.
Sumergirse durante Semana Santa por las calles de Puente-Genil y asistir a sus procesiones, con los desfiles de las figuras bíblicas y del Imperio Romano, es contemplar fragmentos de la Biblia con todo fervor y devoción. Es admirar una manifestación de religiosidad de este pueblo andaluz donde se funden el arte, la fe, el sentimiento, la tradición, la música, la historia y las singularidades más genuinas.
En Semana Santa tendremos oportunidad de asistir en Puente-Genil a tradiciones muy arraigadas, queridas y conservadas, como la Diana y las reverencias a Ntro. Padre Jesús Nazareno; los desfiles de nuestras antiguas figuras bíblicas y del Imperio Romano; las populares subidas por la Cuesta Baena y los concurridos y rebosantes encierros de nuestras Cofradías.
Atrás quedan ya las masivas subidas de los sábados de Cuaresma, ahora nos dispondremos a vivir intensamente los días del Mayor Dolor. La Virgen de la Guía nos marcará el camino a seguir durante nueve días hasta llegar al brillante y luminoso domingo de Resurrección. Antes habremos de pasar un Jueves santo pletórico de emociones; un íntimo recorrido de las Estaciones para visitar los Monumentos Eucarísticos; una trepidante subida por cuesta Baena a los sones del Barrabás; unos populares encierros el Miércoles y Viernes santos; unas respetuosas y sentidas Reverencias al Patrón en Santa Catalina y el Pórtico; una Sentencia junto al puente; unos majestuosos desfiles del Imperio Romano por la calle la Plaza y la Matallana...
Ahora es tiempo de vivir la bulliciosa salida del Humilde por el patio del Convento…
Ahora es tiempo de apretarse por Cuesta Baena, Veracruz, Santos o Cosano para ver pasar a Cristo ya sea reunido con sus discípulos en la Última Cena, o en la Oración en el Huerto de Getsemaní o Afligido o crucificado en la cruz…
Ahora es tiempo de brindar con los hermanos en la mesa del Cuartel el Jueves santo henchidos de emociones…
Ahora es tiempo de rezar cuando salga el Nazareno al alborear el Viernes santo mientras suena la Diana…
Ahora es tiempo de hacer las respetuosas Reverencias de alabanza, honor y gloria al Maestro…
Ahora es tiempo de recordar Sagradas Escrituras presenciando los desfiles de las hieráticas figuras bíblicas…
Ahora es tiempo de contemplar las expresiones de Dolor, Amargura, Esperanza o Soledad de nuestras Dolorosas…
Ahora es tiempo de fijar la mirada en las entrecruzadas manos del Consuelo, la Veracruz o la Soledad…
Ahora es tiempo de rebosar los corazones al oir la Enriquetilla, el Recuerdo o el Gloria al Muerto cuando pasa el Imperio…
Ahora es tiempo de contemplar por el puente al Nazareno de Puente-Genil y junto a El dos largas filas de fervorosos penitentes…
Ahora es tiempo de mirar a la cara de Jesús mientras sube la calle Aguilar a la caída de la tarde con el contraluz de los rayos de sol que ya empieza a declinar por el horizonte pontanés…
Ahora es tiempo de exteriorizar todo ese sentimiento manantero que el pontanés siente y que lleva comprimido en su corazón todo el año…
Ahora es tiempo de mirar al cielo de Puente-Genil, recordar a nuestros antepasados y agradecerles que nos legaran esta Semana Santa…
Ahora… ahora es tiempo de vivir plenamente la Semana Santa de Puente-Genil, ya sea en un Cuartel o en un encierro, en Santa Catalina o en el patio del convento, en la calle de la Plaza o en el Dulce Nombre, en la cuesta Baena o en la Plaza del Calvario.
Dispongámonos a ello.
¡Viva Nuestro Padre Jesús Nazareno!
Cogeremos nuestra cruz y te seguiremos.
Iesus Nazarenus Rex Iodorum
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