Pasión
La Cuaresma pontana entra en su recta final donde podremos asistir al Quinario de N. P. Jesús Nazareno, a las Funciones de Regla de las cofradías del Stmo. Cristo del Silencio y la de San Juan Evangelista del Dulce Nombre y a los Tríduos y Funciones Principales de las cofradías de Ntra. Sra. de los Dolores, el Stmo. Cristo de la Buena Muerte, Ntra. Sra. de la Guía y Ntra. Sra. de la Soledad, además del piadoso Via-Crucis de la Cofradía del Cristo del Calvario y Ntra. Sra. del Consuelo, junto a las dos últimas subidas al Calvario y el devoto Besapié al Cristo de los Afligidos.
Una Cuaresma intensa, donde con los actos propiamente religiosos se han sucedido otros de carácter cultural, de exaltación de la saeta autóctona de Puente-Genil, de celebraciones de aniversarios, presentaciones de libros y revistas de contenidos cofrade-mananteros, cabildos...
Dentro de unos días la luminosidad multicolor de la bengala cuaresmera dará paso a la sonora campanita y en los cuarteles se le habrán quitado a la Vieja las siete patas que penden de ella como si hubieran sido hojas arrancadas del particular calendario manantero pontanés.
La bendición de las palmas, el Pregón, N. P. Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, Ntra. Sra. de la Estrella y la séptima subida al Calvario, ocuparán el jubiloso y anhelado Domingo de Ramos. Luego, se rememorará la Sagrada Cena de Nuestro Señor junto a sus discípulos, la angustiosa Oración en el Huerto de Getsemaní, el Prendimiento, la Flagelación, el camino al Calvario, la espera de Cristo sentado en dura peña, la Crucifixión, el Santo Entierro y la Resurrección, todo ello contemplado junto a los atractivos y esplendentes Palios que albergan entre delicadas y aromáticas piñas de flores a la Santísima Madre de Dios, ya fuera en sus Dolores, en su Amargura o Soledad, reflejando en su dulce y cautivadora mirada la Esperanza y el Amor a su Hijo.
Una Cuaresma intensa, donde con los actos propiamente religiosos se han sucedido otros de carácter cultural, de exaltación de la saeta autóctona de Puente-Genil, de celebraciones de aniversarios, presentaciones de libros y revistas de contenidos cofrade-mananteros, cabildos...
Dentro de unos días la luminosidad multicolor de la bengala cuaresmera dará paso a la sonora campanita y en los cuarteles se le habrán quitado a la Vieja las siete patas que penden de ella como si hubieran sido hojas arrancadas del particular calendario manantero pontanés.
La bendición de las palmas, el Pregón, N. P. Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, Ntra. Sra. de la Estrella y la séptima subida al Calvario, ocuparán el jubiloso y anhelado Domingo de Ramos. Luego, se rememorará la Sagrada Cena de Nuestro Señor junto a sus discípulos, la angustiosa Oración en el Huerto de Getsemaní, el Prendimiento, la Flagelación, el camino al Calvario, la espera de Cristo sentado en dura peña, la Crucifixión, el Santo Entierro y la Resurrección, todo ello contemplado junto a los atractivos y esplendentes Palios que albergan entre delicadas y aromáticas piñas de flores a la Santísima Madre de Dios, ya fuera en sus Dolores, en su Amargura o Soledad, reflejando en su dulce y cautivadora mirada la Esperanza y el Amor a su Hijo.
Y todo ello esparcido con páginas de las Sagradas Escrituras que nos recuerdan los principales pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento a la vez que los Símbolos de la Religión, sirviendo de excelente complemento a la remoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor.
Y Puente-Genil gozosamente se convertirá por unos días en aquel Jerusalén de hace más de dos mil años y sus calles y plazas en las páginas de una Biblia donde cada uno de sus Capítulos está escrito por las Corporaciones a través de sus figuras bíblicas, que como sello de identidad caracterizan, distinguen y singularizan la Semana Santa de este pueblo cordobés que se asienta en el centro de Andalucía abrazado por un río que, además de ponerle nombre, riega sus fértiles huertas.
Y Puente-Genil gozosamente se convertirá por unos días en aquel Jerusalén de hace más de dos mil años y sus calles y plazas en las páginas de una Biblia donde cada uno de sus Capítulos está escrito por las Corporaciones a través de sus figuras bíblicas, que como sello de identidad caracterizan, distinguen y singularizan la Semana Santa de este pueblo cordobés que se asienta en el centro de Andalucía abrazado por un río que, además de ponerle nombre, riega sus fértiles huertas.
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