El Día, Puente Genil Actualizado 18.03.2009 - 10:11
La jornada Maquinaria agrícola y aprovechamiento energético de la biomasa del olivar celebrada ayer en Puente Genil acercó a los agricultores a las nuevas tecnologías que existen en el mercado y que hacen posible que un residuo agrícola, como la poda del olivar, tenga aprovechamiento energético. Esta labor de generación de energía a partir de la biomasa ya se desarrolla en siete centros de la provincia.Durante la inauguración de la jornada, el presidente de la Diputación, Francisco Pulido, instó al sector agrícola a organizarse para, de este modo, propiciar el aprovechamiento de la biomasa, especialmente la generada por el cultivo del olivar, como fuente de energía. Pulido hizo un llamamiento en este escenario para que no se deje de lado "la oportunidad de abrir una nueva línea de actividad productiva vinculada a la energía y optimizar los recursos endógenos" para, "en definitiva, apostar por el desarrollo sostenible". Pulido explicó durante el desarrollo de esta iniciativa, por parte del Centro Agropecuario, que "técnicamente es posible" su ejecución, "pero se exige planificación, por lo que hay que tener capacidad de organización". En este sentido, Pulido ofreció a los empresarios agrícolas las herramientas del Consorcio Provincial de Desarrollo Económico de la Diputación para favorecer una organización que garantice el aprovechamiento de la biomasa, así como el trabajo de la Agencia Provincial de la Energía.
Demostración de maquinaria de tratamiento
de poda realizada durante la jornada celebrada ayer
Hasta ahora el tratamiento que ha tenido la poda del olivar ha sido la quema, una situación que se plantea insostenible, tanto desde el punto de vista agrícola como medioambiental y que hace necesaria la adopción de medidas por parte de los agricultores. Las 350.000 hectáreas de olivar que existen en la provincia producen entre 1.400 y 1.700 kilogramos por hectárea de residuos, que ofrecen un aprovechamiento energético de 490.000 hectáreas métricas.
La biomasa es la materia orgánica de origen vegetal o animal susceptible de aprovechamiento energético, fundamentalmente eléctrico o térmico. La biomasa residual agrícola procede de cultivos leñosos y herbáceos de tareas como la poda del olivar -la más importante energéticamente de la provincia-, frutales, cítricos, viñedos, paja de cereal, cañas de girasol o maíz.
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