Desde hace muchos meses se viene hablando en los medios de comunicación -en unos más que en otros- de la crisis financiera y económica en la que nos hallamos inmeros y hay quien añade también crisis de valores.
Al principio se hablaba de desaceleración y luego ya abiertamente de crisis.
El número de desempleados empezó a dispararse y hoy ya es un horror ver las cifras que ha alcanzado ¡Que pare ya! Cada vez son más las empresas que van cerrando o disminuyendo el número de trabajadores. Cada vez se van conociendo más empresas del sector automovilístico, de la madera, de la construcción, etc. que o se ven en la necesidad de disminuir trabajadores o de cerrar. Cada vez son más los EREs que se van conociendo. Las perspectivas económicas que se dibujan a corto plazo son para echarse a temblar. Los pisos con el cartel de SE VENDE cada vez son más y tardan también más tiempo en quitarlos.
La crisis es a nivel local, nacional, europeo e internacional. Se habla de crisis hipotecaria -hipotecas subprime-, de crisis crediticia... El sector de la construcción es uno de los que está resultando más perjudicado por la crisis debido al fin del "boom" inmobiliario y a la posterior caída de las ventas. Durante 2008 numerosas empresas constructoras presentaron suspensión de pagos, y ya se sabe cae la construcción, y por el efecto de las fichas de dominó van cayendo otros muchos sectores que dependen de ella.
Los efectos de la crisis económica también han tenido un fuerte impacto en el sistema financiero español. Los impagos de numerosas empresas y de particulares, junto a la mala gestión, ha llevado a la intervención de algunas entidades financieras por parte del Estado, entre ellas encontramos la Caja Castilla-La Mancha, la cual tuvo que ser intervenida por el Banco de España en marzo de 2009 para evitar su desaparición.
Se habla de alargar la edad de jubilación a los 67 años y del futuro de las pensiones.
Para colmo se mete por medio una gripe porcina o gripe A (H1N1), los debates sobre la píldora del día después y el aborto y hasta un debate en el Congreso de los Diputados sobre el estado de la nación.
Y todos reconocen que hay crisis -¡y qué crisis!- pero al ver una Cuaresma como la que se vio este año con una calle Aguilar repleta de gente los sábados por la noche; una Semana Santa como la que hemos pasado; una Feria de la tapa como la que se vivió con una Matallana a rebosar de gente o un sanmarcos que el que no salió al campo es porque se fue a la playa o de viaje, hay que preguntarse ¿hay de verdad crisis o es que nos la quieren vender? Pero miramos a las cifras de desempleados y hay que pensar que realmente estamos en crisis.
Pero en medio de esta crisis y con la que está cayendo podemos ver que este fin de semana se celebran las Cruces de mayo y se van a instalar ¡nada menos que 31! Más que el año pasado. Ir a las cruces no es para estar con los brazos cruzados. Habrá que consumir una cerveza, unas tapas, unas copas, unos cubatillas. No de una vez. No ¨amontonando el trabajo¨, si no espaciándolo en los tres diás y sus dos noches. ¿Qué cuánto vale eso...? Un curioso dinero. ¿Pero no estamos en crisis?
No hay comentarios:
Publicar un comentario